La Unión Patronal Metalúrgica (UPM) pide estar muy atentos ante el último anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre aplicar un 25% en política arancelaria para aquellos productos de acero y aluminio que lleguen. Hay que advertir que Trump se ha limitado a un anuncio.
La UPM alerta de que las consecuencias pueden ser fuertes para sus empresas. Cabe recordar que, en estos momentos, la comunidad autónoma que lidera la industria metalúrgica en todo el Estado español es Cataluña.
España es el décimo país exportador de acero y 28 en cuanto al aluminio. Las cifras del pasado año 2024 eran de 250 millones de euros por el acero y 128 millones de euros por el aluminio.
A su vez, Estados Unidos es el quinto socio comercial de Cataluña y el primer destino de nuestras exportaciones fuera de la Unión Europea y Gran Bretaña. Una noticia de éstas puede tener un impacto fuerte. En 2023, Cataluña exportaba un 4% de lo que fabricaba, es decir, 3.650 millones de euros procedentes de Estados Unidos. Esto se traduce en 3.100 empresas que, ahora mismo, están pendientes de qué implicaciones tiene esta puesta en marcha de una nueva política. Por tanto, más allá del acero o el aluminio, las repercusiones son múltiples en todos los sectores que dependen de él de forma indirecta, como la vivienda o la automoción.
Del mismo modo, las importaciones también pueden verse afectadas por la dependencia, a grandes rasgos, que tiene Cataluña de Estados Unidos en cuanto a combustibles y productos farmacéuticos. Así, el precio de las importaciones también puede crecer de forma automática y puede derivar en una escalada inflacionista y repercutir en una futura recesión europea en el corto plazo.